Infección por Chlamydia trachomatis
Descripción
La infección por clamidia o clamidiasis es una infección de transmisión sexual producida por la bacteria Chlamydia trachomatis, serovariedades D a K.
Su mecanismo de transmisión habitual es el contacto con secreciones de las personas infectadas durante una relación sexual (vaginal, anal u oral). En el caso de la conjuntivitis y la neumonía neonatal la transmisión se produce a través del canal del parto.
En hombres se manifiesta fundamentalmente como uretritis y en mujeres como cervicitis. También se han descrito proctitis, infecciones faríngeas y conjuntivitis. No obstante, entre el 1% y el 25% de las infecciones en hombres son asintomáticas, alcanzando hasta el 90% en mujeres lo que dificulta la detección de los casos y favorece su transmisibilidad.
Sin tratamiento, la infección por Chlamydia trachomatis puede producir complicaciones y secuelas, especialmente en las mujeres (enfermedad pélvica inflamatoria, endometritis, salpingitis, esterilidad, embarazo ectópico) pero también en los hombres (epididimitis y esterilidad). Otras complicaciones son la artritis reactiva sexualmente adquirida (síndrome de Reiter) y la perihepatitis (síndrome de Fitz-Hugh-Curtis). La infección durante el embarazo puede producir rotura de membranas y parto prematuro, y en el recién nacido infección conjuntival y neumonía atípica.
La principal medida de control de esta enfermedad es la prevención y el diagnóstico y tratamiento precoz. Cuando se realiza un diagnóstico de infección por Chlamydia trachomatis se deben descartar otras infecciones de transmisión sexual, incluyendo la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). Es importante diagnosticar y tratar a las parejas sexuales para evitar reinfecciones
Plan de control y protocolo de vigilancia
Versión 1 de junio de 2013. Revisado el de 3 de septiembre de 2016