Infección gonocócica
Descripción
La infección gonocócica, gonococia o gonorrea es una infección de transmisión sexual causada por la bacteria Neisseria gonorrhoeae.
El mecanismo de transmisión habitual se produce a través del contacto con secreciones de las personas infectadas durante una relación sexual (vaginal, anal u oral). En el recién nacido de madre con gonococia se puede producir conjuntivitis por transmisión a través del canal del parto.
Puede afectar a la uretra, cérvix, recto y faringe. El cuadro clínico es variable, dependiendo de la localización y de si afecta a hombres o mujeres. En los hombres se manifiesta como uretritis en los 2-7 días siguientes a la exposición; los síntomas y signos incluyen escozor uretral, dolor o molestias al orinar (disuria) y eritema del meato, junto con una secreción mucopurulenta, típicamente de color amarillo-verdoso. En las mujeres aparece en forma de uretritis o cervicitis mucopurulenta, aunque entre el 50-70% de los casos pueden no presentar síntomas. Las infecciones faríngeas habitualmente son asintomáticas al igual que las rectales. Cuando se manifiesta la afectación rectal suele cursar con exudado mucopurulento, dolor rectal, prurito anal y, con menor frecuencia, sangrado rectal, tenesmo y estreñimiento. En ocasiones, puede ocurrir afectación general con fiebre y dolor de las articulaciones.
La principal medida de control de esta enfermedad es la prevención y el diagnóstico y tratamiento precoz. Sin tratamiento, la enfermedad puede dar lugar a complicaciones y secuelas. Cuando se realiza un diagnóstico de gonococia se deben descartar otras infecciones de transmisión sexual, incluyendo la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). Es importante diagnosticar y tratar a las parejas sexuales para evitar reinfecciones.
Plan de control y protocolo de vigilancia
Versión 1 de junio de 2013. Revisado el de 3 de septiembre de 2016